Una década de Consorcio

| Más

Armando Gutiérrez
Director Gerente del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Sevilla
De la necesidad de crear una autoridad única de transporte para el área metropolitana de Sevilla se venía hablando por la Junta de Andalucía desde finales de los años 80, pero no fue hasta el año 2001 cuando se produjo el clima de entendimiento necesario, especialmente, entre el Gobierno de la ciudad de Sevilla, que estrenó su vocación metropolitana, y la Junta de Andalucía, para impulsar la constitución del Consorcio de Transporte con los 21 municipios que conformaban entonces lo que ahora se llama ámbito metropolitano y la cooperación técnica y administrativa de la Diputación Provincial de Sevilla.

Septiembre de 2002: presentación de la imagen común de los autobuses del Consorcio de Transportes
Entre todos sentaron las bases para acercar la gobernanza del transporte público en el área metropolitana de Sevilla a los esquemas ya implantados con éxito en las grandes áreas metropolitanas españolas y europeas. Si una palabra define este proceso, esa palabra es concertación, que nunca se ha perdido, dicho sea de paso, y que permitió diseñar una entidad pública en la que ninguna Administración puede imponer por sí misma su criterio a las demás, obligando a consensuar todas las decisiones relevantes, siempre bajo premisas técnicas.

El modelo de Sevilla se plasmó en la Ley de Ordenación de los Transportes Urbanos y Metropolitanos de Viajeros en Andalucía, aprobada por el Parlamento Andaluz casi dos años después de la constitución del Consorcio, haciendo bueno el axioma de que la realidad social va siempre por delante de las leyes. Nueve años más tarde se han creado entidades cortadas por el mismo patrón en las nueve grandes áreas metropolitanas de Andalucía.

Portada de Diario de Sevilla del 2 de octubre de 2002, tras la puesta en marcha del sistema tarifario integrado [Click sobre la imagen para ampliar]
A lo largo de todos estos años se ha trabajado mucho porque estaba casi todo por hacer para configurar un sistema de transporte público hasta entonces inexistente. En primer lugar, la hoja de ruta marcaba transformar los autobuses de los pueblos en una red de autobuses metropolitanos, con una imagen unificada, rejuveneciendo una flota envejecida, incorporando unidades adaptadas a personas con movilidad reducida y vehículos propulsados con biodiésel.

En segundo lugar, era preciso inventariar y señalizar todas las paradas, dotando a las más usadas con marquesinas. A partir de aquí se pudo dar el siguiente paso: aprobar un nuevo marco tarifario que sustituyera tarifas kilométricas por zonales con un título de integración que favoreciera económicamente a los usuarios que utilizan frecuentemente el transporte público.

En cuarto lugar, tocaba mejorar sensiblemente la oferta de los servicios metropolitanos, estableciendo una identificación racional de las líneas por corredores y crear los primeros servicios transversales que unen municipios entre sí sin llegar a Sevilla como la línea M-101, conocida como Circular del Aljarafe.


La tarjeta de transporte
En quinto lugar, adaptar el título de transporte a la moderna tecnología de las tarjetas chip sin contactos, para integrar en un solo título a todos los modos de transporte, bonificando los transbordos.

En sexto lugar, crecer a medida que crecía el espacio metropolitano, ampliando el ámbito de prestación de servicios de 22 a 45 municipios. En séptimo lugar, pero coetáneo con los anteriores, implantar un potente sistema de información al usuario, con herramientas como la página web, la revista Billete Único, el número de atención al usuario o las oficinas presenciales en la estación de autobuses Plaza de Armas y la estación de Metro de Puerta Jerez (gracias chicas, hacéis un trabajo estupendo, no pierdo esta ocasión para agradecerlo en público). En octavo lugar, fomentar el uso de la bicicleta como modo complementario al transporte público con el servicio Bus+Bici. En noveno lugar, certificar los procedimientos más importantes de la actividad del Consorcio con un sello de calidad, como garantía de transparencia y excelencia en la gestión.

Oficina de Atención al Usuario del Consorcio de la Estación de Metro de Puerta Jerez
Y en décimo lugar, por cerrar un decálogo, participar activamente en foros internacionales como la EMTA y nacionales como el Observatorio de la Movilidad Metropolitana y la Mesa de Consorcios y Autoridades de Transporte Público para compartir experiencias y el ejercicio de buenas prácticas.

El Consorcio ha pasado en estos diez años de tener un presupuesto de 100 millones de pesetas en 2001 a superar los 26,2 millones de euros en 2011 (más de 4.350 millones de las antiguas pesetas), de 12,8 millones de viaje/año realizados con sus títulos de integración en 2002 a 24 millones de viajes/año, en 2010, siendo con diferencia el título de transporte más utilizado en la línea 1 del Metro de Sevilla.

A lo largo de estos años, el Consorcio ha sido merecedor de los premios Facua, Ring-Ring, El Correo de Andalucía y, más recientemente, de UCA-UCE por la revista “Billete Único”.

El Servicio Bus+Bici, una apuesta innovadora por la movilidad sostenible
Ha pasado una década desde la creación de esta entidad metropolitana y nuestra vocación sigue siendo la misma: contribuir con las administraciones consorciadas a la creación de un sistema de transporte público de calidad, sostenible, cohesivo y socialmente justo para mejorar las condiciones de movilidad de los ciudadanos y ciudadanas del área metropolitana de Sevilla. En ello estamos y no hemos dejado de estar desde el primer día. Sin hacer ruido, como debe ser.